5 nov 2012

Nos inspira: ganchillo, crochet o labor de la abuela

Nunca hubiera pensado que acabaría tejiendo crochet.
La abuela lo intento, mira que lo intentó. M todavía guarda una cadeneta de color ocre desteñido que la abuela le enseñó a tejer. Nos intentó enseñar una y otra vez pero seguramente todavía no era el momento. El gusanillo nos pico ya de mayorcitas.
Dicen que cuando el alumno está preparado para aprender el maestro aparece. Pero la abuela ya no estaba y nos espabilamos solitas.
 
 
 

A mi me hipnotizaba ver como la Iaia tejía con ésas agujas diminutas, frías, metálicas, algunas de la conocida casa Dama. Ella no apartaba la vista del balcón, viendo la gente rambla arriba, rambla abajo. Sin mirar la labor. Me parecía mágico. Como los que tocan la guitarra sin mirar las cuerdas. Después descubrí que todo es cuestión de práctica. Y años más tarde yo también aprendí a hacerlo (me convertí en una abuelita moderna)
 
 


El crochet (a mi me gusta más llamarlo así o ganchillo de toda la vida) es parecido a los mantras. Muchos trabajos (casi todos) están guiados por un patrón (mental o físico-papel, libro, vídeo-) y tienes que estar al loro. Debes contar, hacer repeticiones, no equivocarte con las vueltas, repetir puntos, intercalarlos... Siempre repites series, eso hace que estés en un estado de concentración importante.
Hay gente que puede hablar (mucho) mientras teje (no se como se lo montan) pero la mayoría de veces ves a la gente tejiendo tranquila, relajada y en paz.
Una vez me explicaron porqué nuestras abuelas (las de la guerra y postguerra) soportaron todo el dolor que comportó esa época. Éstas mujeres tejían y tejían, se reunían y tejían. No había ni una que no supiera tejer. Esa fue su tabla de salvación, su terapia, su Prozac.
Entonces para mi el crochet tomó otra dimensión.

Ha pasado el tiempo y muchos materiales han mejorado. Sobretodo las agujas. Todavía hay mucha gente que trabaja con las Dama metálicas, pero cuando descubren las agujas ergonómicas, con punto de apoyo de silicona alucinan y aparcan las antiguas. Nosotras trabajamos con unas agujas japonesas que son comodísimas (ya no se agarrotan dedos ni salen rozaduras), pero alguna cosita todavía la tejemos con las metálicas de la abuela (entonces la labor se carga de una energía especial).



(Crochet con cierto aire antiguo. Se utilizaba muchísimo el color blanco y las labores se tejían con hilos delgados y agujas pequeñísimas. Casi todo lo que se creaba eran encajes, cuellos -Peter Pan-, tapetes, bordes de sábanas o mantelerías)



(Está de vuelta y lo podéis ver actualmente por las calles. Éste es de ahora aunque el cuello le da cierto toque antiguo a la prenda)



(Diferentes agujas)



(Hasta aquí hemos evolucionado. Lanas y algodones más gordos, agujas más grandes, colores más llamativos y figuras para todos los gustos)



El crochet está de moda. Sólo hace falta pasearte por la red y ver todo lo que se ha creado alrededor de él. Se puede ver gente joven tejiendo en los parques, en el bus y hasta dentro de algún bar. Los chicos también están acercándose al ganchillo.




Abuelitas modernas:

En Barcelona surgió el ya conocido movimiento de las Abuelitas modernas impulsado por Raquel Puras (www.3deseosymedio.com) . Seis mujeres jóvenes y modernas se unían para hacer ganchillo, bordar  o realizar cualquier actividad craft una tarde al mes en distintos lugares de la Ciudad Condal.

 
Éste es el vídeo que crearon para dar a conocer su proyecto (precioso)

El grupo ha crecido tanto que actualmente les cuesta encontrar lugares  donde puedan caber todas. Por eso, desde el blog de 3deseosymedio nos animan, a las amantes del craft, a crear diferentes grupos de este estilo en varios lugares.
 
(Fotos de 3deseosymedio)
 
 
Duduá y Blackoveja:
 
Son puro arte y amor. Tengo el corazón dividido porque los dos locales y proyectos me encantan. Son dos paraisos del handmade, el craft y el arte en general. También son tienda y en sus locales realizan talleres (y otras actividades craft).
Son lugares de referencia repletos de cosas bellas. No sabría por cual decantarme. Uno está en Barcelona, el otro en Madrid.
Que surjan locales de éste estilo, con la gran acogida que tienen, demuestra que existe una demanda (que casi desborda porque las plazas de los talleres enseguida se agotan) exagerada.
Para mi son lugares de pura inspiración.

 
 



Las teje y maneje:

Otra de nuestras inspiraciones crocheteras son las Teje y Maneje. Son un blog de referencia con unos tableros en Pinterest preciosos.


Así se definen en su blog:

Las Teje y Maneje son todas aquellas personas a quienes les gusta el ganchillo, las labores de punto y el handmade en general.
Aquellas que, sin olvidar el ruido de las agujas de tricot de la abuela al topar, deciden reformular cualquier técnica tradicional y descubren que, puesta al día, no queda nada lejos de las corrientes más actuales de creatividad.
Aquellas que, escapando de la aceleración diaria, tejen un paréntesis con el que, contrariamente a lo que muchos opinan, no pierden el tiempo, sino que lo ganan.
Aquellas que aprecian con una sensibilidad especial el esfuerzo de cualquier regalo que esté hecho con unas manos, en vez de ser comprado y producido en gigantescas cadenas.
Aquellas que realizan su tejemaneje particular creando e innovando con las técnicas de siempre para que éstas no desaparezcan.

Todas ellas son Las Teje y Maneje


Son pura inspiración (http://lastejeymaneje.blogspot.com.es/)






La guerrilla del ganchillo o Yarn bombing:

Es la manifestación urbana de éste arte. El movimiento ha sido llamado grafitti ecológico y surgió en Holanda aunque ya ha llegado a nuestras ciudades.
Con él se reivindica el movimiento crochetero en espacios urbanos y pretende llenar y forrar el mobiliario con piezas únicas.





Aunque sea lunes, creo que voy a coger las agujas y a tejer...
Motivos e inspiración no me faltan.

Feliz semana
I, M y D




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