El shabby chic, o aquella tendencia que muchos llamarían hortera (error)
Os podemos
decir, con toda seguridad, que “si Ikea ha introducido las flores vintage en
diferentes tejidos de su colección (fundas nórdicas, telas, cojines) y en
alguna de las líneas de la firma (cocina: bandejas, servilletas, tazas y
vasos), agarraos que viene curva: el shabby chic llegará hasta el último de los
mortales”
La conocida línea (capital del coolness como la llaman por la red) ha apostado por este estilo. Traducido al idioma de los mortales nos quieren decir que: algo gordo está por llegar. Nos empacharemos de flores, rosas y pompones... y luego las vomitaremos, en forma de macarones rosas (¡cómo no!)
La conocida línea (capital del coolness como la llaman por la red) ha apostado por este estilo. Traducido al idioma de los mortales nos quieren decir que: algo gordo está por llegar. Nos empacharemos de flores, rosas y pompones... y luego las vomitaremos, en forma de macarones rosas (¡cómo no!)
Hasta
ahora, si conocías éste estilo era que tenías una abuela rococó amante
empedernida de las flores rosas con una vajilla repleta de éstas, o eras
una seguidora de England y te habías empapado, en alguno de tus viajes, de esa extraña
moda que mezclaba los tonos rosas y azules cielo, las flores, las moquetas y
las tazas de porcelana de té esmaltadas .
Confieso
que aunque siempre me habían llamado la atención los objetos con florecillas de
éste estilo, nunca había parado a hacer una reflexión al respeto. Incluso
los veía algo ñoños. No los identificaba con ninguna tendencia, ni había sacado
ninguna conclusión de mi obsesión a fijarme en ellos. Había algo subliminal
(mi madre tenía una vajilla shabby chic, y yo había comido en ella cada día de
mi vida… ,mi amiga Maëva tenía un jersey repleto de éste estampado-que pienso
heredar algún día cuando ella se canse- y yo había comprado en women secret un
montón de veces y paseado su famosa bolsa de papel shabby chic por toda
Barcelona, después la había reutilizado y reutilizado). Pero no, no había hecho
ningún doctorado al respeto. Ni era consciente de ello.
El clic
despertó con Leti Rodríguez (Social Media Manager de Moritz) y una gran iger (podéis
encontrarla por letibop en instagram, os encantará, seguro). Su funda nórdica
(del Ikea) presente como fondo en muchas de sus fotos y su taza de flores, despertó mi instinto shabby chic traducido en horas por la red, saltar de un
blog a otro, buscar fotos, …
Después llegarían Cath Kidston, Greengate,
Coton et Lavande, Yvestown o
Rachel Aswell y la guinda del pastel, mi pedacito de cielo en la
tierra: Verdemandarina (tienda física en Barcelona, a quien dedicaremos una entrada,
con el permiso de Bárbara). En medio de éste proceso me fuí a a los Encants a captar
todo lo que llevara flores…
(Catálogo de Grengate)
(Verdemandarina:http://verdemandarinabcn.blogspot.com.es/ Bárbara es un encanto! )
(La casa de Yveston...http://www.yvestown.com/)
(Cositas de Cath Kidston para morirse de monas)
Y empecé a ver el estampado por todos lados. Primark tira bastante de él, lo estampa en sus famosas katiuscas, en los neceseres plastiqueros (que tanto me gustan), en paraguas, en papeles de regalo y hasta en un kit de decoupage (¡que grandes por dios!). Lo he visto en mercadillos, en los leggins de Blanco, en cajitas de maquillaje de HyM y en las bolsas para el ordenador de Misako. Veo flores por todos lados. Han calado en la plebe.
Pues sí,
señores, depurando un poco lo recargado, lo excesivo, de lo chic, in o wowww,
seguro que a vosotros también os empezará a gustar el shabby chic… sólo es
cuestión de tiempo. Nos están hipnotizando.
Feliz semana (corta para los que tengan puente)
I,D y M
Feliz semana (corta para los que tengan puente)
I,D y M
A nosotras
nos inspira.
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